La Policía Local de Chiva (Valencia) y Agentes de la Guardia Civil informaron el desmantelamiento de un laboratorio que se dedicaba al cultivo ilegal de marihuana en un local situado en esta localidad. Las autoridades han calculado que los responsables lograban almacenar más de 200 plantas.
Desde finales del mes de diciembre, la Policía había comenzado unas investigaciones sobre la posible existencia de un laboratorio de marihuana en el municipio, hasta dar con los autores de estos hechos ilícitos.
Según explicó el Instituto Armado en un comunicado, con la colaboración de los diferentes cuerpos de seguridad y las pesquisas obtenidas por los agentes a cargo del operativo, el pasado 16 de abril se comenzó a desarrollar la fase de explotación de las investigaciones. A partir de esto, se consiguieron dos registros: uno en un inmueble en Chiva, donde operaba el laboratorio; y el otro en una vivienda en Mislata, que servía como punto de distribución.
El sitio donde trabajaban los narcotraficantes funcionaba en dos estancias, los cuales trabajaban con una infraestructura altamente especializada, con sistemas de refrigeración y ventilación, acumuladores, lámparas caloríficas, materiales y efectos para el mantenimiento del cultivo. Asimismo, contaba con un sistema avanzado que ayudaba a aislar posibles olores que pusieran en evidencia las actividades.
Los agentes incautaron un total de 235 plantas que ya se encontraban listas para su comercialización, 1.100 gramos de marihuana, armas prohibidas (como xiriquete, defensa extensible, una llave de pugilato, un puñal de 22 de centímetros de hoja de doble filo, una pistola de aire comprimido y dos defensas de goma rígida) y una báscula de precisión.
El laboratorio clandestino era resguardado por un grupo de personas que ya se encuentran detenidas. En el interior del chalé había un área preparada para el crecimiento de los plantones de cannabis y otro para las muestras que estaban en un estado de crecimiento avanzado.
Finalmente, el operativo culminó con la detención de tres individuos, dos hombres y una mujer de edades comprendidas entre los 25 y 46 años. También fue imputada una persona de 49 años como presuntos autores de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.