La labioplastia es una operación estética que promete devolver el aspecto a los genitales externos femeninos, que presentan exceso de piel producto de malformaciones, partos, depilaciones, etc. Como una alternativa infalible, Como una alternativa infalible, las mujeres que poseen este inconveniente podrán mejorar su vida íntima y cotidiana.
Esta cirugía no representa grandes riesgos para las pacientes, una vez que se haya llevado a cabo. En este sentido, es fundamental consultar a un médico altamente cualificado en el área para estar seguro de los resultados que se obtendrán y evitar cualquier amenaza que atenta en contra de esta área tan delicada para las chicas.
El especialista deberá evaluar las condiciones en las que se encuentra el órgano, con el fin de determinar el tipo de labioplastia que requiere. Hasta ahora, es posible aplicar las siguientes técnicas:
- Reducción de labios menores: por lo general, se realiza con un láser quirúrgico. Es especial para esos casos en los que posee labios menores hipertrofiados y con piel colgante.
- Para disminuir los labios mayores: es necesario retirar grasa, mediante una liposucción. En esta opción, se combina con hiperpigmentación genital, lipoescultura del Monte de Venus y una corrección del clítoris para mejorar la respuesta sexual.
- Aumento de labios mayores: emplea una infiltración del ácido hialurónico, grasa autóloga (del propio paciente) y otros productos de relleno.
Acerca del postoperatorio
- Como en toda operación, las molestias varían de acuerdo con la persona. No obstante, no deberían ser insoportables o severa, a menos que surja una complicación.
- Tras una labioplastia, se colocan compresas frías a presión en el área, con la finalidad de reducir el sangrado.
- Es indispnsable guardar reposo absoluto, evitar contacto sexual y utilizar ropa holgada de algodón.
- Los médicos suelen indicar una pomada para evitar las infecciones.
- No hacer ejercicios extenuantes en las próximas tres o cinco semanas.
