Las mamas tuberosas es una deformación congénita no hereditaria, que afecta a las mujeres en la adolescencia. Hasta ahora, no se ha hecho una estimación acerca de cuántas jóvenes sufren de esta malformación en las mamas, por lo que muchas de ellas no piden una orientación profesional.
La mayoría de las féminas que asiste a los consultorios en busca de asesoramiento desconoce su verdadero problema. En este sentido, el papel del cirujano cobra una mayor importancia para explicar las características del inconveniente que presenta y las posibles alternativas que le proporciona la medicina.
Ahora bien, si todavía no has asistido a un cirujano que evalúe tu situación y crees que puedes tener mamas tuberosas, no está de más que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Tu pecho es pequeño y posees una areola prominente?
- ¿Tus mamas presentan forma de tubo?
- ¿Las mamas están poco desarrolladas y cumple con las dos condiciones anteriores?
Si respondiste de manera afirmativa a dos de estas propuestas, seguramente tengas las mamas caprinas o constreñidas, como también se le conoce.
Características de las mamas tuberosas
Por lo general, este tipo de pechos posee una apariencia definida por estos puntos:
- Una reducción en el tamaño del parénquima mamario.
- Restricción del tejido tanto horizontal (debajo de la mama), como vertical (parte interna).
- A través de la areola, se observa una pseudohernia del parénquima mamario.
- Elevación del surco mamario de forma anormal.
- Areola grande.
¿Cuándo está indicada la operación?
Siempre que a la paciente le moleste o desee mejorar su apariencia es factible realizar esta cirugía. Por supuesto, es imprescindible que las interesadas estén informadas sobre este tema, ya que implica hacer unos cambios de hábito que mejoran la seguridad personal.
Sin duda alguna, la intervención quirúrgica es una esperanza dibujada por la ciencia. Consulta a tu médico de confianza y pídele que te oriente en este procedimiento.
