Hoy en día, la aplicación del bótox se ha convertido en uno de los procedimientos estéticos más buscados por las personas que quieren mejorar su imagen personal, recuperando la juventud y la lozanía de la piel. Aunque existen muchos mitos entorno a este tratamiento, vale la pena destacar que los especialistas recomiendan esta opción porque es el método de rejuvenecimiento por excelencia tanto en hombres, como en mujeres.
Este material proviene de un producto derivado de la toxina que produce el botulismo, que genera la bacteria Clostridium botulinum. Básicamente, hay dos clases de toxinas (tipo A y tipo B), que se diferencian en su composición celular y, por ende, ofrecen una respuesta inmunológica distinta.
A la hora de realizar la aplicación del bótox, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- El proceso está indicado en pacientes que poseen líneas de expresión muy profundas. Además de esto, tienen un músculo fuerte con una contracción relevante.
- Por lo general, la inyección del material es bastante rápida y efectiva. En primer lugar, el especialista se encarga de localizar el área del tejido muscular más grueso para colocarlo y, posteriormente, marca unos pequeños puntos que le sirven de guía para iniciar el procedimiento.
- Las zonas en las que se aplica el bótox son la frente, el entrecejo y las líneas de expresión que aparecieron a causa de los movimientos naturales del rostro. El profesional encargado deberá estar atento con las punciones que realice, puesto que inyectar bótox en el sitio equivocado podría causar daños en la morfología de la cara.
- Los efectos empiezan a notarse en las próximas 48 o 72 horas. La persona sentirá que ya no puede contraer el músculo por más que trate de hacerlo. Luego de siete y diez días, esta sensación es definitiva.
Cada organismo reacciona de manera diferente. Algunos podrían reaccionar a la sustancia o sufrir daños por errores en el tratamiento.
En este sentido, es fundamental elegir a alguien con experiencia que se encargue de devolverte la belleza. El bótox es un procedimiento cosmético sencillo, que no implica largos períodos de recuperación, ni deja huellas.
